¿Es bueno comer fruta por la noche… o malo?
Hay muchas creencias sobre lo que debemos comer y lo que no por la noche. Una de ellas se refiere al consumo de fruta, sobre la cual existen algunas ideas como que comer fruta por la noche engorda, sube los niveles de azúcar en la sangre o resulta indigesta. Te explicamos si algunas de estas creencias son verdaderas o no.
Siempre vamos a recordar la importancia de consumir fruta y verdura diariamente por sus destacados beneficios. Este movimiento internacional apuesta por alcanzar al menos los 400 gramos diarios de estos alimentos, introduciendo algo de verdura como ingrediente del primer plato o como acompañamiento y unas tres piezas de fruta cada día.
Una ración de fruta supone unos 175 gramos (una pera, una manzana, un plátano o una o dos rodajas de melón). Una ración de hortalizas, por su parte, significan alrededor de 145 gramos. La campaña de ‘5 al día’ también se planteaba cómo introducir estos alimentos en la alimentación diaria.
Beneficios de la fruta
La fruta es un alimento saludable y primordial en nuestra vida. El agua es su principal componente, ya que cada 100 gramos contienen entre un 80 % y un 90 % de agua (esta cantidad varía en función del tipo de fruta).
Otros componentes importantes son:
- La fibra: que regula la función gastrointestinal.
- Los minerales: como el potasio o el calcio.
- Las vitaminas A, C y E: la A se encarga de regenerar la piel, la C tiene propiedades antioxidantes y la E destaca por sus beneficios en la salud de los músculos.
- Los hidratos de carbono: el principal azúcar de la fruta es la fructosa, así como la glucosa y la sacarosa, que son los que le dan el gusto dulce y quizás los responsables de la controversia sobre si la fruta engorda o no.
Cuándo es mejor comer fruta
La Directriz sobre la ingesta de azúcares para adultos y niños, elaborada por la Organización Mundial de la Salud (OMS), explica algunos términos sobre el azúcar presente en la fruta. En primer lugar, distingue entre los azúcares libres y los azúcares intrínsecos.
- Azúcares libres: incluyen los monosacáridos y los disacáridos que se añaden a los alimentos por los fabricantes, cocineros o consumidores. Su ingesta debe controlarse.
- Azúcares intrínsecos: están presentes en las frutas y verduras enteras frescas. Según la OMS, no hay pruebas de que el consumo de azúcares intrínsecos tenga efectos adversos para la salud.
Cuando comemos una manzana, una pera o un melocotón, también estamos consumiendo azúcar natural envuelto en un paquete rico en fibra, en agua y en nutrientes.
La fruta es uno de los alimentos más fáciles de digerir. Esto hace que sea recomendable consumirla en cualquier momento del día. Además, al igual que las verduras, aporta poca energía, sea cual sea el momento en el que se consume. El valor calórico, por tanto, no es distinto si la tomamos en el desayuno, entre horas o de postre.
Cenar fruta para no engordar
Aunque la fruta aporta agua y fibra y nos ayuda a eliminar líquidos, no moviliza las grasas que tengamos acumuladas, por tanto, no sirve para adelgazar. Además, una cena a base solo de frutas es un error muy común y nada recomendable.
Si tomamos, por ejemplo, tres piezas o más para cenar, significa que estamos digiriendo una importante cantidad de azúcares intrínsecos de golpe. Diseñaríamos una cena totalmente desequilibrada y solo estaríamos aportando hidratos de carbono a nuestro organismo. Olvidamos, por tanto, el resto de nutrientes.
La cena, como cualquier otra comida, debe ser equilibrada y variada y debe estar formada , en una mitad del plato, por verduras y frutas, y en la otra mitad, por alimentos ricos en proteína y por alimentos ricos en hidratos de carbono (arroz o pasta integrales, patata cocida o pan integral) a partes iguales.
Como ves, una alimentación variada y saludable nos da la cantidad adecuada de todos los nutrientes que necesita nuestro organismo y nuestra mente para estar activos.
Fuente: axahealthkeeper.com