La fruta tropical más grande del mundo está en Tenerife y oculta lo mejor en su interior: una buena alternativa para los vegetarianos
Este exótico alimento originario de Indonesia, con alto contenido proteico, es muy apreciado en las dietas veganas y vegetarianas, ya que cuando está verde tiene una textura parecida a la de la carne mechada.
En las exuberantes tierras de Tenerife, conocidas por su clima privilegiado, crece una joya tropical que impresiona tanto por su tamaño como por su sabor y versatilidad culinaria: el jackfruit o fruta del árbol de yaca. Originaria del suroeste de India y del sudeste asiático, es la más grande del mundo, pudiendo alcanzar un peso de hasta 50 kilos. Su piel gruesa y espinosa oculta en su interior una pulpa que ha conquistado paladares alrededor del mundo, especialmente en la cocina vegetariana. A simple vista no es una fruta apetecible. Sus dimensiones son desorbitadas para lo que habitualmente esperamos de una fruta: 90 centímetros de largo por 40 de ancho. Además, cuando todavía no está madura su color verdoso no incita a hincarle el diente porque tiene una textura rugosa y con protuberancias. Y cuando madura, su olor tampoco es atrayente y el color no mejora, es de un marrón oscuro similar al plátano maduro.
El jackfruit no es solo un gigante en el mundo de las frutas, también es un tesoro en términos de valor gastronómico y nutricional. Su sabor dulce, que recuerda a una mezcla entre piña, mango y plátano, hace que sea ideal para postres y platos frescos.
Sin embargo, lo que realmente la ha hecho destacar en los últimos años es su capacidad para convertirse en un excelente sustituto de la carne. Cuando está verde, su textura fibrosa es asombrosamente similar a la carne desmenuzada, lo que la convierte en un ingrediente estrella para quienes siguen dietas veganas o vegetarianas.
Una fruta gigante que sabe a carne
El atractivo de la yaca va más allá de su versatilidad culinaria. En términos de nutrición, la yaca es una fuente rica en fibra, vitamina C y potasio, y, a diferencia de muchas otras frutas tropicales, también ofrece una dosis considerable de proteínas, lo que refuerza su estatus como una alternativa saludable a la carne. Además, su bajo contenido en grasas y su riqueza en antioxidantes la colocando en el radar de quienes buscan una alimentación equilibrada.