Si nunca has ido más allá con el plátano, ya tardas.Los hermanos Javier y Sergio Torres animan a encurtirlos. “El plátano de Canarias, una vez encurtido, sigue manteniendo su sabor dulce; pero el vinagre utilizado durante el proceso le otorga un punto ácido muy refrescante. Además, el plátano encurtido – tanto con la fruta aún verde como cuando está en su punto– se puede aplicar a infinidad de recetas”. Entre sus osadías, añadir plátano encurtido como sustituto del huevo a salsas como la mayonesa o la holandesa. “También es interesante usarlo para preparar algo parecido a la clásica receta de fresas con vinagre, sustituyendo las fresas por plátano de Canarias: todo un recetón”.
Otra idea es marinarlo con sal, azúcar y ralladura de limón. Déjalo reposar un par de días en la nevera con toda la mezcla y, pasado ese tiempo, sécalo en el horno. Quedará con una textura similar al dátil, para preparar un aperitivo a base de beicon con plátano marinado. Otras alternativas en platos salados son incorporarlo al guacamole, al ceviche (prueba el contraste de la acidez de la lima con el dulzor del plátano) o en empanadillas de morcilla.
En su laboratorio de I+D incluso trabajan con harina de plátano como una alternativa sin gluten a la harina de trigo. La realización es fácil: triturar, secar en el horno, amasar y realizar con eso desde gnocchis a arepas o bombas de torta del Casar. ¿Y la piel? En vez de tirarla a la basura, sigue los pasos de estos dos chefs y prepara con ella mermelada agridulce. Es fácil: piel de plátano, azúcar, vinagre, chalota, cúrcuma, enebro, clavos de olor y guindilla ojo de halcón. Un acompañamiento dulce-picante sorprendente para tus platos salados.
Las frutas son un excelente alimento por multitud de motivos. Primero porque son muy ricas, pero también porque son un aporte vitamínico muy completo, que ademas nos hidrata y nos ayuda a frenar el envejecimiento de las células. Resumiendo, la fruta es deliciosa y además mejora nuestra calidad de vida ¿necesitas más excusas? Te presentamos a continuación aquellas frutas que además no engordan nada por lo que son un snack estupendo si quieres cuidarte un poco.
Lasandíaes una de las frutas que menos calorías aporta a nuestra dieta. De cada 100 gramos de sandía que comemos, casi el 95% es agua, así que es una de las frutas de las que puedes abusar porque es hipocalórica. Además, obviamente al tener tanta cantidad de agua es altamente hidratante y también tiene un potente efecto diurético. No obstante, si queremos adelgazar no debemos autoengañarnos y comerla en exceso pues tiene glucosa y evita por lo tanto que nuestro organismo consuma las reservas de grasa.
Otra de las frutas menos calóricas y más sabrosas que hay son las fresas. Con 100 gramos de fresas – que es una ración generosa – tan solo estamos aportando 40 calorías al cuerpo.Como la sandía, la fresa también es muy rica en agua (en torno a un 90%) y muy pobre en azúcares naturales – aunque no exenta – .La mayor parte de la gente desconoce que las fresas tienen más vitamina C que las naranjas, aunque estos cítricos son los que se llevan la fama. Otra de las propiedades de estas frutas es que son un estupendo antioxidante.
Mandarina
Una de las frutas que más les gusta a los niños es la mandarina. Es una opción ideal para la merienda o para un tentenpie en el colegio ya que su formato, con una piel de fácil extracción la hacen ideal para llevar en la mochila.Además, es otra de las frutas que destacan por ser muy bajas en calorías. En concreto,43 calorías cada 100 gramos de mandarina.Son muyricas en vitamina C, aunque no tanto como la naranja, pero a cambio, las mandarinas sonricas también en vitamina A. También esrica en fibra y en potasio, calcio y fósforo.
Otra de lasfrutas con menos calorías es lamanzanay sus cualidades son siempre veneradas por los nutricionistas y la medicina popular. De hecho, hay muchas recetas que cuentan con la manzana como ingrediente básico destinada a curar enfermedades. La aportación vitamínica de la manzana es notable. Tienevitamina C, A, B1 y B2. Además es rica ensales minerales imprescindibles para la dieta como el potasio, el fósforo y el calcio. A pesar de todas estas propiedades como hemos dicho esuna de las frutas con menos contenido calórico – y por eso se incluye en numerosas dietas. La manzana aporta unas 58 calorías por cada 100 gramos.
Ciruela
Otra de las frutas con menos calorías y alto contenido en agua es la ciruela. También tiene fibra. Sin embargo no es esto lo que le da a esta fruta un efecto laxante bastante potente, sino otra sustancia llamada sorbitol. También es un potente antioxidante y contiene vitamina E y potasio.
En plenoveranose despiden algunas frutas que arrancaron su temporada con la primavera, como los albaricoques. Sin embargo, están casi a punto las que marcarán el fin de las vacaciones, como la uva y el higo, que llegarán a finales de mes. El sol intensifica los sabores y nos permite disfrutar de los alimentos de verano en todo su esplendor.
Con la llegada del verano y las altas temperaturas se incrementan los casos de deshidratación entre la población. En un solo día podemos llegar a perder entre 1,5 y 2,7 litros de líquido por lo que el consumo de agua siempre debe estar presente sin olvidarnos de que existen otras alternativas, como es el caso de los jugos de fruta.
Los jugos de fruta están compuestos de agua en un 85 a 89% y, por lo tanto, son una buena opción para facilitar una hidratación adecuada. Además, son una buena fuente de vitaminas y minerales. Son por lo tanto una opción muy saludable frente al consumo de otras bebidas, no nutritivas.
Así lo ratifica en su Pirámide de Hidratación saludable la Asociación Española de Nutrición Comunitaria (SENC), que incluye el jugo de fruta como un alimento que se podría ingerir diariamente de manera moderada para mantener los niveles de hidratación adecuados.
Además, el verano es una de las épocas preferidas para realizar deporte al aire libre, un hábito muy saludable pero que puede convertirse en un problema de salud si se subestima el peligro que supone la pérdida del equilibrio hídrico en nuestro organismo.
La actividad física es un complemento ideal para alcanzar una vida sana y equilibrada, pero el ejercicio realizado bajo la exposición a altas temperaturas supone un riesgo importante para la salud, si no evitamos las horas de calor y no nos hidratamos de forma adecuada.
La ingesta de jugos de frutas permite hidratar y nutrir al mismo tiempo durante la actividad deportiva, ya que nos ayuda a recuperar la energía consumida a través de los carbohidratos proporcionados al cuerpo.
Otros beneficios de un jugo de fruta
La Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda ingerir 400 gramos, como mínimo, de frutas y verduras al día y el comité científico de la Asociación “5 al día”, que promueve en España el consumo de frutas y verduras recomienda 5 piezas diarias de las cuales una puede ser un vaso de jugo de fruta envasado.
Además, el jugo de fruta envasado es únicamente fruta exprimida. Lo que le hace que sea un complemento adecuado para ayudar a alcanzar la ingesta diaria recomendada de frutas y verduras. De hecho, la pureza del producto es tal que la ley no autoriza la adición de azúcares ni aditivos a los jugos de fruta ni a los que provienen de concentrado.
Hidratación
¿Cómo complementar el jugo de fruta durante el verano?
Los jugos son un alimento muy versátil, y aportan diversidad de vitaminas y minerales gracias a la fruta de la que proceden. Según la época del año, algunas son más populares que otras y en el caso del verano, el kiwi, la piña y la naranja, son de las más populares, por su alto contenido en agua y por las propiedades nutricionales tan interesantes que presentan.
Naranja.- Es una fuente rica de vitamina C, que contribuye a reducir el cansancio y la fatiga.
Kiwi.– Su poder antioxidante previene enfermedades degenerativas. Además, otra de sus propiedades es que ayuda a mejorar la digestión. Complementarlo con otras frutas como la naranja y añadirle germinado de alfalfa puede hacer que sea más interesante nutricionalmente.
Piña.- Rica en vitamina B y C, magnesio, hierro y azufre. El salvado de avena es perfecto para este jugo, ya que contribuye a una correcta digestión.
En definitiva nuestro organismo necesita estar hidratado para sobrevivir, por lo que, sobre todo en los meses de verano debemos aumentar las precauciones y seguir las recomendaciones que den los organismos oficiales.
Con el verano recién arrancado se consolidan las frutas y verduras que maduran con el calor. La huerta se llena de hortalizas ideales para preparar deliciosas ensaladas y verduras asadas. Podemos, además, empezar a disfrutar de bayas como el arándano o la grosella.
Ya estamos en verano y las frutas se hacen más grandes y aún más jugosas, por lo que nos aportan ese extra de agua que necesitaremos a medida que aumenten las temperaturas. Lo mismo sucede con las hortalizas, las más veraniegas empiezan ahora a llegar a los mercados.
Frutas
En temporada óptima:albaricoque, arándano, brevas, cereza, ciruela, frambuesa, fresa, grosella, lichi, limón, mango, melocotón, melón, nectarina, plátano.
Es una fruta dulce y muy carnosa, además de muy noble con tu digestión. Sigue leyendo y descubre por qué nos encanta:
Es una buena fuente de potasio, mineral necesario para la transmisión y generación del pulso nervioso y la actividad muscular.
El potasio, junto con el ácido málico que contiene, logran un efecto diurético, el cual ayuda a personas con hiperuricemia , gota y cálculos renales.
Su fibra ayuda a disminuir la absorción del colesterol malo, por ello es una fruta muy buena para las personas con colesterol alto.
Además de su efecto laxante, retiene y reduce la velocidad de vaciamiento gástrico y la de absorción de los hidratos de carbono lo que, en pocas palabras, produce saciedad. Por eso la ciruela es aliada en regímenes de adelgazamiento.
Es rica en agua y fibra, así como en sustancias laxantes como el sorbitol, por lo que contribuye a mejorar el tránsito intestinal (particularmente cuando se come en mermelada o secas). Niños, mujeres embarazadas y adultos con problemas de estreñimiento, ¡esta debe ser tu fruta favorita!
Contiene, moderadamente, provitamina A (en mayor medida en las de color oscuro) y vitamina E. Ambas tienen acción antioxidante.
Tiene unos pigmentos llamados antocianinas (responsables del color de su piel) que la hacen antioxidante y antiséptica, lo cual se asocia con ser menos propenso a padecer enfermedades cardiovasculares.
Quienes tienen cálculos renales deben ser cuidadosos con su consumo.
Un estudio comparativo entre 21 países concluye que España y Eslovenia lideran el consumo de hortalizas
En un lado, una mujer de 40 años portuguesa de un alto nivel educativo. En otro, un hombre húngaro de la misma edad, pero de la clase social más baja de su país. La primera cumple la recomendación de la Organización Mundial de la Salud de comer al menos cinco frutas o verduras al día. El segundo ni siquiera llega a una. Estos son los dos extremos del balance que desvela un estudio comparativo del consumo de fruta y verdura en Europa que se publica este miércoles en la revista PLOS ONE y recopila respuestas de 37.672 personas de 21 países.
Los resultados, basados en una dicotomía entre los que comen menos de una fruta o verdura y los que comen una o más, confirman de nuevo que las mujeres comen de forma más saludable que los hombres. Otro de los aspectos esperados e inquietantes para la comunidad científica y que se lleva demostrando desde hace años —la última vez la semana pasada con otro estudio publicado en la misma revista— es que la gente de un nivel educativo más alto consume, en general, más fruta y verdura que los de un nivel menor y tiene, por lo tanto, una dieta más equilibrada.
Un total de 1,7 millones (un 2,8%) de las muertes anuales en todo el mundo son atribuibles al bajo consumo de estos productos, según la OMS. Aileen Robertson, docente en la Escuela Global de Nutrición y Salud de Dinamarca (GNH, por sus siglas en inglés) y asesora en nutrición de la Alianza Europea de Salud Pública (EPHA), lleva trabajando en esto 47 años por todo el continente. La experta insiste en que una fruta diaria, aunque el estudio lo apunte como “alto consumo” al igual que cinco, sigue sin ser suficiente. “La pregunta que nos hacemos desde la salud pública europea es cuántas personas consiguen tomar la cantidad recomendable de un mínimo 400 gramos por día», comenta.
Brecha social
Inglaterra es el país que tiene la mayor brecha social en cuanto a adquisición de estos productos saludables y España o Turquía se sitúan entre los que cuentan con la menor diferencia, según los datos de 2014 de la Oficina Europea de Estadística. Robertson estima que esto se debe a la posibilidad de estos países de cultivar sus propios alimentos. Además, explica que a las poblaciones de nivel social más bajo que viven en las ciudades les cuesta mucho cumplir la recomendación de la OMS. «Imagínese una madre soltera con tres hijos al hacer la compra. Tendría que llevar casi un kilogramo de fruta o verdura por día por persona”, ejemplifica.
En la misma línea, Tonje Holte, la principal autora del estudio e investigadora en la Universidad de Agder (Noruega), cree que Eslovenia, Portugal y España, que lideran el listado, se podrían tomar como ejemplo para países como Hungría y Checoslovaquia, los últimos eslabones de la cadena. «No hemos demostrado todavía el porqué, pero mi teoría es que los países que más consumen estos productos son los que tienen más espacio y posibilidad de producirlos”, opina la experta. La próxima etapa de su trabajo es ver qué se puede aprender de estos países “ejemplares”, cómo viven y qué métodos utilizan. «Así, podremos evaluar mejor la situación y encontrar soluciones viables a estas desigualdades”, confía.
Para Beatriz Robles, nutricionista dietista española, autora de Come seguro comiendo de todo (Planeta, 2020) y docente en la Universidad Isabel I (Burgos), lo más importante es que el acceso a los productos acentúa la desigualdad entre países productores o no, pero también fomenta la diferencia interna. “El nivel económico se relaciona con el código postal. El problema es la accesibilidad a determinados alimentos insanos que están concentrados en zonas de menos estatus económico”, comenta.
Una de las soluciones más evidentes que dan los expertoses encarecer los productos insanos para equilibrar el mercado y mejorar la salud. Julio Basulto, nutricionista en la Universidad Central de Cataluña (Vic), y la autora del estudio están convencidos de que lo más importante es parar de ingerir comida insana. «Lo de bajar el precio de la verdura, aunque sea esencial, lo veo difícil. Me centraría más en una legislación que ponga un impuesto sobre lo malo”, propone el científico español.
Brecha de género
Para Robertson la desigualdad entre hombres y mujeres a la hora de alimentarse es muy preocupante. Los hombres son los que más riesgo tienen de padecer enfermedades cardiovasculares y por eso es necesario, desde la infancia, enseñar cómo comer, cocinar y apreciar estos alimentos. “Al nacer solo se quiere lo dulce y hay que acostumbrar al niño a otros sabores. Si no, nunca conseguirá apreciar lo que es sano para él”, aconseja. Además, todos los expertos consultados quieren que se dejen de transmitir mensajes como que un hombre tiene que comer buena carne y que una mujer debe, mejor, pedir una ensalada para cuidar de su línea.
Por lo tanto, la educación y la publicidad “mal enfocada”, como la llama Robles, son otros problemas donde es necesario actuar. Los especialistas piden un cambio cultural que, obviamente, requiere tiempo, ya que es una norma social muy establecida. Holte, autor del estudio, reconoce que las mujeres tienen más conocimiento en comida saludable y se preocupan más por ello. “Pero eso es porque la publicidad de estos productos va dirigida principalmente hacia ellas. Es esencial que la industria se dirija a otra audiencia: los hombres”, asevera.
Robles, la docente española, recuerda que tradicionalmente las mujeres han sido las que tenían que diseñar los menús para toda la familia. “Intentaban meter fruta y verduras para que sus hijos coman sano. Sobre ella recaía la responsabilidad de la dieta de toda la familia”, argumenta. Pese a ello, la nutricionista añade que esta dinámica está cambiando y que los hombres ahora se implican mucho más.
El estudio tiene una limitación importante para Robles: “Tampoco nos dicen lo que es una ración. Podría tratarse de una fresa o de un melón.» Además, como lo anotan los autores en el estudio, al tratarse de cuestionarios rellenados por la población, es posible que haya personas que subestiman o sobrestiman su consumo.
Curiosidades de España
El consumo de la población española llama la atención de los investigadores noruegos ya que come mucha más fruta que verdura, según lo muestra Tonje Holte, autora del estudio, en un gráfico. Cuando se trata de fruta, España está pintada de verde, cuando se habla de verdura, de rojo, como Hungría. “¿A qué se debe?”, pregunta la autora. Nadie tiene la respuesta todavía. Julio Basulto asegura que sería necesario hacer un estudio, pero tiene alguna idea: “La fruta es más barata, tenemos más disponibilidad y somos buenos productores. Y otro factor importante que veo es el sabor”. Otra curiosidad de España es que los ciudadanos de nivel educativo intermedio consumen menos fruta y verdura que los de baja. La autora supone que al tenerlo más accesible en su jardín, al cultivarlo ellos mismos en las zonas rurales, pues comen más. La investigadora cree que el ejemplo de España podría servir para promover la jardinería doméstica basada en frutas y verduras localmente adaptables y culturalmente aceptables.
Las frutas y las verduras constituyen una parte importante en la dieta básica de todas las personas. Seguramente, en más de una ocasión, te habrás preguntado la diferencia entre fruta y verdura. Pues bien, en este artículo te damos las pistas para establecer la diferencia de estos dos elementos imprescindibles en nuestra alimentación que provienen del reino vegetal. ¡Toma nota!
Qué diferencias hay entre frutas y verduras
Para conocer la diferencia entre fruta y verdura te damos las siguientes pistas:
Las frutas son de colores variados. En cambio, en la mayoría de verduras predomina un único color: el verde.
La fruta tiene semillas, ya sea por dentro o por fuera. Las verduras no las tienen.
Otra diferencia entre fruta y verdura es que las primeras son, en su gran mayoría, dulces, ácidas o incluso amargas. Por el contrario, las verduras no son dulces.
Las frutas son bajas en calorías y grasas, pero presentan un alto contenido de fibra y azúcares naturales. Las verduras escasean en grasas y calorías pero tienen un alto índice de fibra.
Muchas frutas son de sabor dulce con semillas amargas, pues contienen un azúcar simple llamado fructosa. Por otro lado, los vegetales son mucho menos dulces pues contienen menos fructosa.
Una última diferencia entre fruta y verdura es que estas últimas se comen en los platos principales de nuestro menú mientras que las frutas pasan a un segundo plato. El postre y se pueden combinar con antojos tales como el chocolate.
Cómo se diferencia una fruta de una verdura
Resulta obvio que las frutas y las verduras provienen de las plantas. Su origen radica en la naturaleza y las dos comparten la misma función: servirnos de alimento. Pero entre ellas, radican ciertas diferencias. Para establecer la diferencia entre fruta y verdura debemos conocer primero el origen del todo. Labotánica, como gran ciencia, las define muy bien:
Lafrutaes la parte de la flor de la planta.
Laverduraprocede de otras partes de la planta.
Así pues, la fruta es el ovario maduro y contiene semillas y la verdura es la parte comestible de la planta. Con su estructura, su procedencia y sus valores nutritivos podemos establecer cuál es la diferencia entre fruta y verdura.
Tanto frutas como verduras poseen altos valores nutricionales, pues contienen muchas vitaminas y son bajas en grasas y calorías. Que las dudas no te coman. Cómete tú las frutas y verduras. ¿Te atreves a diferenciarlas? ¿Eres más de fruta y verdura?
Algunos mohos producen micotoxinas que pueden derivar en una intoxicación crónica
Es frecuente que alguna de lasfrutasque tenemos en casa aparezca con unamancha marrón reblandecida. Lo más habitual es cortar el pedazo estropeado y comerse el resto de la pieza. Incluso a veces podemos hincarle el diente y darnos cuenta de que no está en buenas condiciones por el sabor a podrido que nos deja.
En principio no es peligroso para la salud y no es habitual, aunque tampoco imposible, que provoque algún tipo de malestar. Pero hay excepciones y personas que han desarrollado alergia al moho y que podrían verse afectadas. “Las frutas padecen lo que se conoce como pardeamiento enzimático”, explicaMiguel Ángel Lurueña, doctor en Ciencia y Tecnología de los Alimentos. “Eso ocurre porque se rompen las células y las enzimas entran en contacto con elementos externos que las oxidan. Esto provoca que la piel se rompa y permita que el oxígeno exterior penetre en la fruta y la estropee”.
Posibles derivaciones
Las micotoxinas son sustancias derivadas de los hongos que pueden causar intoxicaciones crónicas capaces de producir cáncer de riñón y de hígado
Se trata de unareacción bioquímicaque no suele representar un riesgo para las personas, aunque hace que se pierdan parte de las vitaminas y nutrientes que aportan las frutas. Aunque lo peor es que facilita que determinados microbios y bacterias penetren en su interior, lo que sí puede incidir en la salud. “En algunos casos, laoxidaciónse nota a primera vista, como en el plátano o la manzana, también en champiñones, por ejemplo, que se oscurecen nada más cortarlos”, prosigue Lurueña, “pero es más difícil detectar cuando losmohosdesarrollan componentes tóxicos que no se aprecian a simple vista”.
Incoloras, inodoras e insípidas
Uno de estos enemigos son lasmicotoxinas, sobre las que advierteRosa Porcel, investigadora de la Universidad Politécnica de Valencia. “Son unas sustancias producidas por hongos que ni se ven ni se huelen ni tienen sabor. Pueden derivar en unaintoxicación crónica, capaz de producir cáncer de hígado y de riñón o unatoxicidad aguda, incluso mortal”. Aunque no es frecuente, sobre todo si la fruta se ha sometido a los preceptivos y obligatorios controles de sanidad.
Lo más curioso es que una de las frutas con mayor riesgo de estar infectadas por esas sustancias son lasmanzanas. “Y no sólo se infectan mientras están almacenadas, en el transporte o mientras las tenemos en casa, sino que puede suceder durante todoel proceso de cultivo, desde que se planta la semilla hasta que se recoge la fruta del árbol”, añade Porcel.
“Mi consejo es no comerlas cuando no están en perfectas condiciones y tirarlas la basurametidas en una bolsa.Pero si a alguien le sabe mal desperdiciarlas cuando sólo tienen una mancha (que nunca debe ocupar un tercio de la superficie) puede consumirla después de quitar la parte estropeada y los alrededores”. Hay que tener en cuenta, además, quelas micotoxinas no desaparecen al cocinarlasy por lo tanto tampoco se debería aprovechar las manzanas que las contienen haciendo una tarta o una compota.
Consejo
Si la mancha ocupa un tercio o más de la superficie, la fruta no se debe consumir
Mohos multicolores
El aire, la humedad y la acciónde los insectosson las causas más frecuentes de que se desarrolle moho. Está compuesto de hongos microscópicos, cuyas esporas aportandistintos coloresque se aprecian a simple vista. Como el azul-verdoso de los cítricos, el marrón de melocotones y manzanas, el blanco de los champiñones. También cambian latexturay provocan unolory sabor desagradables y fácilmente detectables.
Así y todo se puede ingerir por error y lo más probable es que no ocurra nada, porquelas bacterias y los hongoslo tienen complicado para sobrevivir en el estómago. Aunque dependiendo de la sensibilidad de cada uno podría provocar náuseas, vómitos o diarreas pasajeros. Normalmente afecta más a lasfrutas blandasque a las consistentes. Si se trata de fresones, cerezas y otras de pequeño tamaño (también vale para tomates y pepinos) hay que desecharlas y separar las estropeadas del restopara evitar el contagio. No es conveniente ni tocar ni oler el moho, porque puede causar problemas respiratorios y hay que limpiar bien la nevera donde han estado almacenadas las frutas afectadas.
Nunca es buena idea lavar las frutas hasta el momento en que se van a comer, porquela humedad no les favorece, y tampoco comprar fruta en grandes cantidades si no se va a consumir de inmediato porque, sobre todo en verano, es fácil que se estropeen en pocas horas. Otro de los problemas conel moho es que tiene raíces, que muchas veces penetran mucho más allá de la superficie sin que se aprecie a simple vista. Así que es mejor cortar las frutas antes de llevárselas a la boca y desecharlas si se aprecia algúncambio de coloración o texturaen su interior.