Su efecto probiótico se suma a los antioxidantes que aporta y a sus numerosas vitaminas beneficiosas para la salud.
Recurrir a los alimentos con efectos pre y probióticos es una estrategia nutricional recomendable, especialmente cuando se trata de fruta y verdura. Recordemos que los prebióticos son ciertos tipos de fibras que nutren a las bacterias beneficiosas para nuestro intestino, las conocidas como «probióticos». Estos últimos son los microorganismos que se adquieren consumiendo alimentos fermentados como el yogur o el kéfir, lo que lleva a confusiones entre ambos efectos saludables pero distintos
Al tratarse de fibra alimentaria, es en alimentos de origen vegetal donde debemos buscarla. Además de saludable, también es una decisión económica y sostenible, ya que nos permite consumir productos de proximidad y a un precio más conveniente que los suplementos. Ese es el caso de las ciruelas, una fruta de temporada en verano que ha demostrado un claro potencial prebiótico capaz de revertir la pérdida ósea, según un trabajo publicado en la revista Nutrients.
La ciruela, además, es más barata en estos momentos de crecimiento de precios que otras frutas del verano como el melocotón o la nectarina, según el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación. Según explicaba Brenda Smith, profesora de la Facultad de Medicina de la Universidad de Indiana y autora principal del estudio, los carbohidratos y polifenoles naturalmente presentes en las ciruelas serían capaces de alterar la microbiota intestinal de forma beneficiosa, dando lugar a efectos positivos y una restauración ósea.
Según la Fundación Española de Nutrición el valor nutricional por 100 gramos de ciruela es el siguiente: Calorías: 51 kcal; Proteínas: 0,6 g; Grasas totales: 0 g; Colesterol: 0 g; Hidratos de carbono: 11 g; Fibra: 2,1 g; Agua: 86,3 g; Calcio: 14 mg; Potasio: 214 mg; Fósforo: 19 mg. Esta fruta ayuda a combatir la anemia por su contenido en hierro y vitamina C, y la Fundación Española del Corazón la recomienda para cuidar la salud cardiovascular. También está indicada para proteger la vista y la buena salud del cabello, la piel y las mucosas gracias a la vitamina A.
Muchos de los beneficios de las ciruelas pasas vienen por su alto contenido en fibras solubles, como la pectina, e insolubles como la celulosa y la hemicelulosa, que ayudan al tránsito intestinal. Asimismo, es una fruta rica en otras vitaminas como la K, B1, B2, B3 y B6, además de nutrientes como el calcio, el hierro, el potasio, el fósforo, la colina y el magnesio. Siempre ha destacado por ser un remedio contra el estreñimiento y esto se debe a su contenido en sorbitol, un laxante natural.
Las ciruelas también están recomendadas para personas diabéticas porque el pico de glucemia es menor que consumiendo azúcar. Así, es habitual que los nutricionistas recomienden tomar diariamente entre dos y cuatro, dependiendo de las necesidades de cada persona. Por último, la revista Nutrition publica una investigación de la Universidad de Liverpool (Reino Unido) que valora esta fruta seca para «inducir saciedad e incorporarse a las dietas de control de peso».
Las recomendaciones nutricionales indican la toma de 5 raciones de frutas y verduras diarias, unas 2-3 piezas de fruta al día en las que podríamos introducir la ciruela, sobre todo si está de temporada. Además puede tomarse a cualquier hora del día porque es rotundamente falso que la fruta engorde si se consume de noche.
Fuente: https://www.elespanol.com/