Guía para saber qué frutas van (o no) en la nevera
Fuente: lavanguardia.com
Durante el verano, las altas temperaturas nos llevan a preferir alimentos fríos y refrescantes que nos hidraten y a la vez activen nuestras papilas gustativas. Los helados y los zumos son las estrellas de la temporada, pero también las frutas y hortalizas cumplen esa función: son frescas, jugosas, ligeras y, sobre todo, saludables.
Habitualmente, por miedo a que se deterioren con el calor se guardan en el frigorífico. Y eso, en algunos casos es un error; no todas las frutas y hortalizas deben conservarse en la nevera. En Comer hemos consultado a la Fundación Española de la Nutrición (FEN) para ver cuál es el lugar idóneo y la temperatura óptima de almacenamiento de algunos de estos alimentos. Así evitaremos que se deterioren antes de tiempo (y por nuestra culpa).
Tomates
Sean cherry, raf, corazón de buey, kumato o de colgar, los tomates deben ir fuera de la nevera. La temperatura óptima de maduración de este versátil alimento, que presenta miles de variedades y beneficiosas propiedades nutricionales, se encuentra por encima de los 15ºC. De ahí que, según señalan desde la FEN, mantenerlo a temperaturas por debajo de los 10º C podría provocar que la maduración del tomate sea incompleta y acabe por provocar daños en la fruta. Entre ellos, que el tomate se reblandezca, adopte un color anómalo o que haya una infiltración acuosa que favorezca su putrefacción.
Melones y sandías
Son, indiscutiblemente, las estrellas del verano. Su sabor dulzón y refrescante hace de estas frutas un snack perfecto para las largas y calurosas jornadas de playa. Lo recomendable es dejarlos fuera del frigorífico mientras estén cerrados y, una vez abiertos, guardarlos dentro para disminuir la actividad microbiana. Pero no a cualquier temperatura. Desde la Fundación Española de Nutrición recuerdan que es importante mantenerlos en su temperatura óptima, siendo la del melón 7ºC y la de la sandía 10ºC. En caso de pasarse con el frío lo más probable es que tengan un sabor amargo, nada agradable para el paladar.
Mango, papaya y aguacate
Se trata de frutas tropicales y subtropicales que han sido cultivadas a altas temperaturas. Tan solo hace falta a dirigirse a la Costa Tropical Granadina, donde se cultiva el mango y el aguacate que luego se distribuirá por todo Europa. Son frutas muy susceptibles al frío y guardarlas a temperatura ambiente es siempre la mejor opción.
Plátanos
Con los plátanos sucede lo mismo que con el resto de frutas tropicales. Con el fin de evitar que empiecen a coger ese color marrón tan poco apetecible y que su sabor se deteriore, se recomienda mantenerlos fuera de la nevera. Este es un primer paso para alargar su tiempo de vida; luego, existen algunos trucos que permitirán alargarlo incluso un poco más. De hecho, la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) cifra en 13ºC la temperatura óptima para el almacenamiento de esta fruta.
Los frutos rojos
Que los frutos rojos contienen unas propiedades buenas para el corazón es ya una verdad más que conocida. Destacan, sobre todo, las cualidades nutricionales tan beneficiosas de los arándanos, una fruta que, según múltiples estudios, deberíamos comer de manera diaria. Precisamente por eso, en toda nevera debería haber lugarpara unos cuantos de estos pequeños frutos del bosque. Con una composición muy alta en agua, no son muy resistentes al frío, pero dejarlos fuera supone un riesgo aún mayor de que haya crecimiento microbiano.
Manzanas
Es una de las frutas que mejor se conserva en la nevera, donde puede aguantar un mes sin perder ninguna de sus cualidades. Esto se debe a que con el calor se oxidan, lo que reduce considerablemente su tiempo de vida. Por eso la FAO sitúa en los -1ºC su temperatura óptima de almacenamiento. Dentro del frigorífico, el lugar más indicado para su correcta conservación son los compartimentos inferiores, que acostumbran a ser los más templados.
Además, no conviene lavarlas previamente, ya que la humedad acelera el proceso deterioro y eleva el riesgo de sufrir una contaminación microbiana. Otro de los consejos que dan desde la FEN es que todos aquellas frutas y hortalizas refrigeradas no entren en contacto con los demás alimentos. Solo así se podrá prevenir que se dé una contaminación cruzada.
Naranjas y limones
De la familia de los cítricos, las naranjas y los limones también deben almacenarse a temperatura ambiente. Por norma general, el calor acelera su maduración, así que para evitar que se deterioren el primer paso es no esperar demasiado para consumirlos. Luego, hay que alejarlos del frío, que es lo que provoca que se dañe la piel y se descomponga el fruto, convirtiéndose en un alimento acuoso e insípido.
Patata
Su versatilidad en la cocina y su gran aporte energético, convierten a las patatas en grandes protagonistas de la cocina española. Es un alimento indispensable de cualquier despensa. Y ahí está la equivocación. Las patatas deben, preferiblemente, mantenerse en el frigorífico, ya que solo sufren daños a temperaturas muy bajas. Saber si se han deteriorado es sencillo: un ennegrecimiento de la piel y un sabor anómalo pueden ser indicativos de que no hemos conservado este alimento como se debe.