¿Qué hay para equilibrar los niveles de colesterol? Pues los Arándanos.
Las concentraciones altas de colesterol en la sangre ya que a la larga el colesterol puede precipitarse en la pared de las arterias provocando que éstas se tapen al formarse placas, lo cual puede provocar un ataque al corazón o una embolia.
Una investigación reciente realizada en Canadá sugiere que los arándanos, por sus propiedades antioxidantes, pueden ayudar a elevar el colesterol bueno en la sangre, cuya función principal es recoger el exceso de colesterol y llevarlo al hígado para que se procese nuevamente o se deseche.
En ese estudio se tuvo una muestra de 30 hombres 18 a 70 años con sobrepeso que bebieron jugo de arándano durante 20 semanas. Los resultados obtenidos fueron que el colesterol bueno o HDL aumentó 5mg/dl. En ese estudio se recomienda al menos un vaso diario de jugo de arándano.
Ya que las enfermedades cardiovasculares son una causa de mortalidad, es importante practicar medidas preventivas como son mantener una dieta equilibrada y balanceada, y hacer ejercicio.
Otra investigación de la Universidad de Pennsylvania sugiere que se beban 3 vasos de jugo de arándano diariamente ya que puede reducir el riesgo de enfermedad coronaria en un 40 por ciento. Se ha visto que 3 vasos diarios de jugo de arándano durante un periodo de tres meses tienden a incrementar los niveles de colesterol bueno en un 10% que puede reducir el riesgo de enfermedad coronaria en 40 por ciento.
También se observó en ese estudio que la cantidad de antioxidantes disponibles en el cuerpo puede incrementarse hasta un 121% si se beben 2 ó 3 vasos de jugo de arándano al día.
Otro estudio reciente ha investigado los niveles altos de antioxidantes que están presentes en los arándanos y que pueden tener beneficios para la salud, porque pueden ayudar a prevenir al corazón de tener una enfermedad cardiovascular. Se observó que el consumir jugo de arándano puede lograr un decremento de los niveles sanguíneos del colesterol total.
Además, el consumo de arándanos puede estar relacionado con un efecto protector del daño ocurrido en las células cerebrales durante una embolia.
Fuente: Consejosdesalud.info