Pocos dulces me han impresionan tanto como esta tarta crumble de manzana y limón.
Es un poco laboriosa, pero merece la pena invertir tiempo extra en la cocina porque el resultado es maravilloso. Son varias las partes que la componen: una masa brisa, una crema de relleno y un crumble como cobertura. Si os organizáis bien y preparáis cada una de las elaboraciones con tiempo, el día que la vayáis a servir sólo tendréis que montarla, darle un golpe de horno y lista.
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