En Frutas Champi acabamos de recibir la fruta de la temporada, las deliciosas granadas.
¿Sabes por qué deberías incluir esta fruta en tu dieta? A continuación te contamos las razones por las que comer granadas viene bien a tu salud.
No hace falta recorrer mucho mundo, y menos aún salir de España, para toparnos con un superalimento–una palabra muy en boga– como la granada. Esta fruta se cultiva profusamente en Elche, Crevillente, Albatera y San Isidro, todos ellos municipios de Alicante. De hecho, el 90% de la producción europea procede de estas tierras. Aunque también encontramos cultivos, pero con mucha menor presencia, en Valencia y Murcia.
Según explican en la web El Cultivo del Granado, España es prácticamente el único productor de granadas de la Unión Europea y, por lo tanto, estamos ante el único proveedor europeo de granadas.
Previene el cáncer de próstata
Pero no solo su cercanía nos anima a degustar la granada, pues los últimos estudios han demostrado que esta fruta posee un gran poder antioxidante con componentes que pueden ayudar a prevenir el cáncer de próstata y una enfermedad tan temida como el alzhéimer. En concreto, esta fruta resulta muy rica en vitaminas (principalmente vitamina Cy B2) y minerales (como el potasio, manganeso, hierro y calcio). También aporta betacarotenos y potasio, que ayuda a mejorar el rendimiento muscular. Además, sus taninos regulan el tránsito intestinal y ponen coto a las diarreas. A las mujeres también les interesará saber que el contenido de fitoestrógenos favorece la salud durante la menopausia.
Es ideal para mujeres en la etapa de la menopausia debido a los fitoestrógenos que contiene.
No obstante, el plantel de bondades de la granada no se agota ahí, sino que es un suma y sigue tal y como demostró el estudio llevado a cabo por la empresa Vitalgrana, en colaboración con la spin-off Bio nos, adscrita al Hospital La Fe de Valencia. Los resultados del estudio científico evidenciaron que la granada es una de las mejores frutas que podemos tomar para el postre por sus propiedades antienvejecimiento. ¿Y qué es lo que la hace tan especial? Pues el ácido punicico (omega 5) que podemos encontrar en el aceite de las semillas. Por lo tanto, conviene comerse también la semilla para poder disfrutar de estas increíbles ventajas. Tanto es así que algunas empresas, como Vitalgrana, comercializan cápsulas con este aceite.
Y poder afrodisíaco
Otros estudios han puesto el acento en el poder de la granada como potente afrodisíaco que poco tiene que envidiar a la Viagra. En este sentido, un estudio demostró que un grupo de voluntarios de entre 21 a 64 años de edad que consumía un vaso de zumo de semillas de granada todos los días durante dos semanas veían incrementados hasta en un 30% sus niveles de testosterona. Pero no solo los hombres mejoran su apetito sexual, también las mujeres.
Por lo tanto, no andaban desencaminados los griegos cuando consagraban sus semillas a la diosa del amor Afrodita, pues tenían la firme convicción de que poseía propiedades afrodisíacas. Y todo ello lo sabían sin sacar la probeta. También en el Antiguo Egipto les parecía una fruta digna de llevarse al otro mundo pues se han encontrado granadas en tumbas faraónicas. Por su parte, Homero también la incluyó en su ‘Odisea’, mientras que Plinio lo consideraba uno de los frutales más valiosos.
Una temporada corta
Eso sí, para degustar granadas hay que ser espabilado y no dormirse en los laureles pues su temporada se caracteriza por su brevedad. Así, esta se inicia en septiembre y culmina en noviembre.
Sin embargo, para muchos, a pesar de regocijarse con su sabor, supone todo un caballo de batalla abrir las granadas y obtener los preciados granos. En estas ocasiones, muchos se contentan con consumirla ya envasada y preparada en recipientes que encontramos, sobre todo, en las grandes superficies u optar por los zumos que se ofrecen de forma habitual en la sección correspondiente.
¿Cómo limpiar una granada?
Lo cierto es que no es lo mismo y nos estaremos perdiendo mucho si nos decantamos por estas soluciones. No pasa nada, para aquellos que desesperen con su limpieza, aquí van unos trucos para limpiarlas sin padecer mucho por ello:
- Cortamos la parte superior de la granada como si fuera un melón.
- A continuación, cortamos la piel de arriba abajo, pero cuidando que sean cortes superficiales que no afecten a la integridad de los granos interiores.
- Después cogemos los trozos cortados y los ponemos sobre nuestra mano. Con una cuchara de madera, vamos golpeando la cáscara y observaremos cómo se desprenden los granos que irán cayendo sobre el recipiente que previamente habremos colocado.
Por supuesto, las granadas resultan muy versátiles y existen infinidad de recetas en las que podemos incorporarlas y disfrutar de su sabor y propiedades.
Fuente: alimente.elconfidencial.com