Un jugo no es mejor que una fruta entera, ni siquiera justificándolo con flavolonas y carotenos
La duda parece no terminar de aclararse nunca: ¿es igual de saludable un jugo o una fruta? Sin embargo, los nutricionistas lo han dejado claro: el zumo jamás podrá sustituir a la pieza de fruta.
Para ponerlo más complicado, los defensores de los jugos sacan a relucir sus argumentos y sus estudios científicos. ¿Pero qué implicaciones tienen? ¿Acaso estamos ante nuevas evidencias que desmienten la opinión de los expertos? ¡No tan rápido!
Cuando intentan comparar el jugo o zumo con la fruta entera
No hace mucho, el divulgador, biólogo y médico, Juan Revenga, saca a relucir una publicación por parte de una página perteneciente a la Asociación Europea de Productores de Zumos de Frutas (AIJN) en la que indican las bondades de los jugos o zumos de frutas, comparándolos con la fruta en piezas. Entre los mensajes enviados por este texto y otros afines, en particular, se mezclan conceptos como la biodisponibilidad, moléculas antioxidantes y otros factores que le dan un correspondiente aire científico.
Esto es bastante común, de hecho. Revisando documentos y bibliografía referente a los zumos de frutas, no es difícil encontrar por parte de estas entidades numerosas publicaciones que ponen sobre la mesa diversas evidencias científicas con las cuales llegan a justificar, incluso, que los zumos envasados y comerciales son hasta más sanos que los naturales. Sin duda alguna, esto no es cierto a tenor de lo que sabemos en nutrición.
Así, encontramos afirmaciones sobre el poder antiinflamatorio de los zumos, sus supuestos beneficios y hasta comparativas cuanto menos chocantes sobre los azúcares contenidos en los jugos que, según argumentan, corresponden a las mismas que la de la fruta entera. En general, la intención de estas publicaciones está totalmente encuadrada en la línea comercial que defienden estos productores, por supuesto. El «truco», o el problema, es el lenguaje que emplean.
El mal uso del lenguaje científico en nutrición
¿Se puede no decir la verdad pero sin mentir? Por supuesto. Para ello tienes que saber aprovechar los sutiles matices de la interpretación y usar otra herramienta: el desconocimiento. Básicamente, los defensores de que los jugos o zumos son tan buenos (o más) que la fruta entera emplean todo su ajuar. El ejemplo lo vemos en el post señalado por Revenga al que aducíamos. En él se señala que los zumos de naranja, en concreto, son ricos en flavolonas como la narirutina y la hesperidina, y que la criptoxantina está en un estado más biodisponible que en la naranja como pieza de fruta.
Fuente: vitonica.com